Rayas sombrías y luminosas. Verticales: los postes.
Horizontales: la playa, los raíles y los regatos. El día preagoniza. El
crepúsculo palia con sus rosas los grises. En la salina el molino de
viento que, en el negror, es dalia gigante y giratoria.
Así describe el poeta Regino Eladio Boti a Caimanera el 27 julio mil 919, como ÁNGELUS, hoy para los caimanerenses como un crepúsculo que impulsa el día a día en el marino poblado.
Caimanera se levanta majestuosa como uno de los diez municipios de la
provincia Guantánamo, al sur de la geografía cubana, bañado por las
aguas del mar Caribe, aunque ya no es la misma de aquel enero del 59,
día donde toda Cuba encontró el amanecer glorioso.
Ahora el municipio de Caimanera,
se vive con orgullo, pues reina la justicia y el humanismo, con las
personas en el centro del desarrollo de la salud, educación, el deporte,
la cultura, seguridad social y otras aristas.
A las puertas del dos mil 15, los caimanerenses se sienten alegres
por mantener por tres y seis años consecutivos cero mortalidad infantil y
materna respectivamente lo que no logra la mayoría de los países de
este mundo. Además, la esperanza de vida al nacer creció, de 55 a 75
años.
En la educación también se registran cambios. Había un índice de
analfabetismo superior al 30 por ciento y en la actualidad se reportan
elevados niveles de instrucción y formación profesional con más de dos
mil estudiantes y más de 800 docentes.
En deportes, Caimanera cuenta con el único Gran Maestro de la
provincia: Juan Borges Matos y el mejor remero de todos los tiempos
Ángel Founier Rodríguez.
Muchos ejemplos muestran el cambio de Caimanera a lo largo de los 56
años de la Revolución Cubana, gracias al primer amanecer de mil 959.
No hay comentarios:
Publicar un comentario