Con mucho respeto y orgullo cantamos los
caimanerenses este 20 de octubre las gloriosas notas de nuestro Himno Nacional,
un motivo con el cual recordamos y honramos la memoria de todos los hombres y
mujeres que en su momento dieron luz a la tierra donde nacimos.
Así transcurrió la mañana de este sábado, como un
momento solemne, de gloria, y de compromiso, y no es para menos ya que el Himno
Nacional no es una canción cualquiera; es una melodía que nace en horas
de lucha.
Cada vez que entonamos este canto la palabra
Patria toma un significado especial, tan grande que solo se compara con nuestra
Madre, tal como lo sentenció el apóstol en su poema Abdala… ¡ Oh, que dulce
es morir cuando se muere / Luchando audaz por defender la patria!. Así describo este canto
para esa Patria grande y divina que tal como mi madre me dio el ser y el nombre
de Cubano.
Por eso este 20 de octubre en Caimanera como en
toda Cuba entonamos las notas del Himno Nacional porque su esencia nos marca
para siempre y, adonde vayamos, donde estemos, denota nuestra cubanía.
Por eso cantar nuestro Himno Nacional es un acto
respetuoso; porque desde sus acordes la Patria nos contempla orgullosa.
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