miércoles, 18 de junio de 2014

Memorias de un encuentro con Fernando



Caimanera, tierra limítrofe de un suelo usurpado por el monstruo y que le conoce bien las entrañas, se entregó por completo a Fernando González Llort, uno de los cinco antiterroristas cubanos, que injustamente guardó prisión en Estados Unidos.

Fernando, en cambio no excluyó de su mano cálida, su sonrisa afable y su modestia a ningún caimanerense. Fue así como los habitantes de la Primera Trinchera Antiimperialista de Cuba mostraron su cariño sincero. 

Abrazos de hermandad, besos, la mano extendida, la palabra afable ante la curiosidad de cualquier interrogante son las memorias que guardo de este encuentro, en el que confieso que verlo en persona era el objetivo, tal vez escuchar su voz, ver su rostro, su sonrisa.


Fernando atendió a todos, respondió cada pregunta, y a quines no lo conocíamos en persona nos dimos cuenta de su dimensión humana tan gigante.


En cada lugar de Caimanera que visitó Fernando sintió la alegría espontánea de un pueblo que le mostró un cariño sincero. 

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