Pudiera
ser otro el orden del título de este escrito, pero aprendí en matemática que el
orden de los factores no altera el producto y más aún cuando los cuatro
factores estuvieron a un mismo nivel.
Así
transcurrió la tarde del viernes en Caimanera: en una cantata por la paz que se
unió a la VII Festival
Nacional Elio Revé In Memorian.
Con
un ritmo único e inconfundible Diógenes y su changüí hicieron bailar a
transeúntes y bailadores de este género montuno que nació en la más oriental de
las provincias de Cuba.
Surami
y Víctor, pareja de baile, del grupo de Diógenes, intercambiaron con dos
caimanerenses Mundo, jubilado de la Salina y Luci, trabajadora de Cultura. Y
los más osados, aquellos que no pertenecen a ningún cuerpo de baile tiraron su
pasillo (Mercedes Vidal).
Y
por si fuera poco, también disfrutamos de una agrupación de la zona
semidesértica de Cuba, el Nengón Imías, homenajeados en esta VII Edición del Festival
del Changüí por sus 60 años de vida artística, que junto a su grupo danzario
nos enseñaron como se baila el Changüí, el Nengón y el Kiribá.
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