Así es Wilmario Matos
Savon, técnico medio en electricidad,
con 8 años de labor en la salina.
Por su parte, Raudel Mendoza
Frómeta, con apenas un año de trabajo, deja correr la magia de su creación y
asegura que ya lo envolvió el amor por la Salina Joa.
Modestia, desinterés,
solidaridad y altruismo, se destaca en
estos jóvenes, que conocen la importancia de buscar alternativas viables, que
permitan mantener la salina Joa produciendo, para que desde esta Primera Trinchera
Antiimperialista de Cuba se produzca más del 70 % de la sal que se consume en
la isla.
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