viernes, 3 de junio de 2022

Destacan belleza de Hatibonico a 35 años del Plan Turquino

 

La comunidad de Hatibonico semeja una obra escultórica tallada por las manos laboriosas del hombre el que cuenta con el aporte desinteresado de la naturaleza. Parece un lugar encantado, los que llegan a él tiene un primer recibimiento por los formidables Monitongos y de inmediato se abre a la vista del visitante un poblado que cuenta con las facilidades necesarias para la vida.

Las realidades de hoy son incomparables con el Hatibonico existente antes del triunfo revolucionario del Primero de Enero de mil 959, sus pobladores vivían distante unos de otros y en chozas o casas vara en tierra, en condiciones insalubres y con la falta de la atención de los servicios básicos necesarios.

Vivian solo de la producción de carbón y dependían de los intermediarios, no contaban con caminos transitables, el analfabetismo era alto y muchos en su vida nunca habían visto un médico. Las embarazadas eran atendidas por parteras y muchas parían o perdían la criatura en el camino. Esa es una parte de la historia que acompañan a los hatiboniquenses.


Hoy a 35 años del Programa de Desarrollo Integral de la Montaña, conocido como Plan Turquino, los hatiboniquenses gozan de consultorio del médico y enfermera de la familia, un sillón estomatológico, sala de video, complejo comercial y gastronómico, ranchón, escuela primaria, taller textil, una torre para cobertura celular y otras muchas instalaciones de prestación de servicios, son algunas de las facilidades que mejoran el nivel de vida de los habitantes de la comunidad de Los Monitongos, la primera reserva ecológica en Cuba que obtiene la condición de Manejo Sostenible de Tierra (MST).

A esas realidades visibles se suma la laboriosidad y heroísmo de sus pobladores, los que a escasos milímetros del territorio que ocupa la ilegal base naval norteamericana trabajan y construyen el socialismo.

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