Éste miércoles Mireya, Tobías y
Marcos estaban más inquietos que de costumbre, así los percibí de camino a mi
trabajo, trayecto en el que cada día me tomo un tiempo para el saludo y beber
de sus sabia en los consejos de la vida.
Al preguntarle a Mileydis por su
madre, Mireya, estaba tan inquieta me dijo que era porque casi llegan tarde a
la cita matutina, aquella pregunta no satisfizo me curiosidad reporteril porque
mi reloj marcaba la misma hora de siempre, (7:30AM, hora de Cuba), y en el
trayecto todavía tenía tiempo para la plática…..
Igual sucedió tres cuadras más
adelante al encontrarnos con Tobías y Marcos, momento en el cual ya no pude
contener mi ansiedad por saber por qué tanta prisa, y ante aquella pupila que
siempre dice Marcos que me brilla cuando quiero saber algo, él mismo contestó: Vamos al Geroclub, periodista usted también
está invitada….
Los otros compañeros de travesía,
soltaron sus risas a carcajadas, pero en verdad, me interesó aquella invitación
y entonces con ello continúe su viaje….
Resulta ser que cada mañana de
miércoles el joven club Caimanera 1, realiza una actividad a la que acuden, los
más de 20 pacientes de la Casa de Abuelos “13 de abril” del municipio.
Una noble experiencia de
trabajo para el adulto mayor en el territorio, tarea que tiene a su cargo el
ingeniero en informática Bárbaro Pupo Pons en aras de enseñar a las personas de
la tercera y cuarta edad a vivir en la vejez, desarrollarles la autoestima y
auto-valoración personal y fomentar en ellos el interés por la vida a través de
la computadora de la familia.
El Geroclub contribuye fomenta
además el proceso de desarrollo de capacidades de sus miembros y amplía la cultura
informática y gerontológica del desarrollo personal y comunitario.
Al decir de Pupo Pons: se crea un
entorno favorable en materia de informática para las personas de la tercera
edad.
Y aunque Mireya, Tobías y Marcos
rieron a carcajadas, yo también cuando sea grande quiero ir al Geroclub
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