lunes, 13 de febrero de 2017

Paisaje natural que recibe a sus visitantes

El salitre del mendrugo curte la piel de los que laboran en sus instalaciones. Infierno blanco antes del cincuenta y nueve, después fuente de empleo, progreso para el territorio caimanerense y sus habitantes.

Imponente da la bienvenida a todo el que visita Caimanera, el paisaje que refleja se parece al del polo norte pero el vapor abrasador que emana de sus altas lomas de sal, y cristalizadores que te ubican de inmediato en el lugar que estás.

Pesadas maquinarias extraen el cloruro de sodio que es procesado en la planta donde el constante ir y venir del personal transmite la sensación de una colmena de abejas que produce la sal que consumen tres de cada cinco cubanos.

No hay descanso, unos trabajan en el turno de la mañana, otros en el de la tarde noche y otros en el de la madrugada.

Nos hay soluciones imposibles y menos con el movimiento de aniristas (movimiento obrero que le da solución al banco de problemas de la entidad sin costo algo por concepto de importaciones) más sólido del municipio el que se las ingenia para que la producción no se detenga.

Grandes amores y eternas amistades surgen de su gente, la que se enfrentan día a día a la agotante actividad que deja un sabor de recompensa, de deber cumplido cuando se alcanzan los planes de extracción y producción.

La salina Frank País nacida y puesta en marcha en la localidad pertenece a todos los hijos de este pueblo.

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