sábado, 31 de mayo de 2014

Paz, amor, esperanza y changüí





Pudiera ser otro el orden del título de este escrito, pero aprendí en matemática que el orden de los factores no altera el producto y más aún cuando los cuatro factores estuvieron a un mismo nivel.

Así transcurrió la tarde del viernes en Caimanera: en una cantata por la paz que se unió a la VII Festival Nacional Elio Revé In Memorian.

Algunos decidieron combinar la música con el dominó, grandes opciones que los cubanos disfrutamos muy bien, y en esta ocasión de la melodía de la voz del trovador Mario Samora en sus interpretaciones, por la paz, el amor y la esperanza.

Con un ritmo único e inconfundible Diógenes y su changüí hicieron bailar a transeúntes y bailadores de este género montuno que nació en la más oriental de las provincias de Cuba.

Surami y Víctor, pareja de baile, del grupo de Diógenes, intercambiaron con dos caimanerenses Mundo, jubilado de la Salina y Luci, trabajadora de Cultura. Y los más osados, aquellos que no pertenecen a ningún cuerpo de baile tiraron su pasillo (Mercedes Vidal).

Y por si fuera poco, también disfrutamos de una agrupación de la zona semidesértica de Cuba, el Nengón Imías, homenajeados en esta VII Edición del Festival del Changüí por sus 60 años de vida artística, que junto a su grupo danzario nos enseñaron como se baila el Changüí, el Nengón y el Kiribá.

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