Antes del Primero de Enero de mil 959 los pobladores vivían
distantes unos de otros y en chozas o casas con piso de tierra, en condiciones
insalubres y con la falta de la atención de los servicios básicos necesarios,
así lo refiere Sara Otamendy Cobas, pobladora de la comunidad, quien además
manifiesta que antes del Triunfo de la Revolución la única fuente de trabajo
que existía era el de carbonero o carbonera, es por ello que al contarme
incrementa su sonrisa y me dice: “Aunque
Hatibonico se fundó hace más de 120 años, los cambios se experimentan después
de enero del 959, hoy contamos con una escuela, consultorio Médico de la Familia,
bodega, complejo comercial, un taller textil, carpintería, panadería, sala de
video, una oficina para especialistas de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA),
en fin, los servicios necesarios que mejoran las condiciones físicas de esas
instituciones y la vida de quienes
habitamos en esta serranía caimanerense.
La
electricidad para la casa de los pescadores, gimnasio biosaludable, un
fisioterapeuta, el abasto de agua a los hogares y las instituciones, la
rehabilitación de la unidad gastronómica y el mejoramiento de las condiciones
de las viviendas del Barrio Los mangos, hacen de esa comunidad con sus más de
700 habitantes de Referencia Provincial en el Plan Turquino, un programa de
desarrollo fundado por el Consejo de Estado de Cuba el dos de junio de mil 987
con el propósito de lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas
montañosas y de difícil acceso del país.
Hatibonico crece
cada día y su gente vive orgullosa de ser parte de esa comunidad caimanerense,
y junto a esas realidades visibles se suma la laboriosidad y heroísmo de sus
pobladores, los que a escasos milímetros del territorio que ocupa la Base Naval Yanki trabajan y construyen el socialismo.
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